MARRUECOS 2011

Este viaje ha sido en algunos aspectos el más complicado para mí de todos los narrados en este blog. Con los años supongo que me había ido acomodando a una rutina que dejaba poco espacio para un viaje en moto como este, por lo que no hubo más remedio que remar contracorriente desde que empecé con los preparativos. Así que dejé la familia y los amigos moteros en casa, busqué un hueco de una semana en el trabajo y estuve un par de meses mejorando en lo posible mi forma física y buscando compañeros de viaje por diversos foros de internet.

Mi intención era viajar con mi Africa Twin 750, salir por supuesto montando en moto desde casa, dirigirme al desierto marroquí y anteponer el disfrute de cada momento a cualquier otra consideración como completar un recorrido ambicioso o alcanzar alguna meta. Iba a ser mi quinto viaje en moto por Marruecos y tenía bastante claro lo que me apetecía hacer y lo que no.

Dia 1: Melilla-Errachidia

Carlos e Isidoro, mis compañeros de viaje, me esperaban al otro lado de la frontera, en Nador. Ellos ya llevaban un día ruteando por el Rif. Para los dos era su primer viaje en Marruecos.

En un día sin mucha historia hacemos algo más de 500Km por asfalto dirección Sur, hacia el desierto. Empezamos a conocernos y ponemos por fin cara y voz a todos esos correos que hemos intercambiado en las últimas semanas. Formamos un grupo heterogéneo, tanto por experiencias previas como por motos, aunque desde el primer momento resulta bastante sencillo entendernos y formar un equipo.

Dormimos en un hotel gris en Errachidia y cenamos en una terraza de la ciudad. Ya estamos en el “principio del Sur” de Marruecos!

Dia 2: Errachidia-Erg Chebbi

Será nuestro primer día por pistas. Unos Kilómetros antes de llegar a Erfoud nos salimos del asfalto y tomamos una pista que va siguiendo un barranco hasta arriba de las montañas en dirección a Argelia. Poco antes de llegar a la frontera gira bruscamente, desciende de las montañas hacia el Sur y se dirige directamente al conocido Erg Chebbi, por una zona muy arenosa.

Por campo formamos un grupo sorprendentemente compacto, con un ritmo relajado sin ser lento y con frecuentes paradas para hablar y hacer fotos. La Africa vuelve a demostrarme lo bien que se maneja incluso por los bancos de arena que nos encontramos en la ruta.

La llegada al Erg la hacemos improvisando el camino por un amplio tramo fuera pista. Un sueño hecho realidad, sin caminos marcados, ni cadenas ni nadie que te acuse de terrorismo medioambiental por mover cuatro piedras de sitio. Y el Erg Chebbi esperándonos al final.

No tenemos ganas de ponernos a buscar y comparar entre los hoteles que rodean el Erg y nos metemos en el primero que encontramos. Decidimos que nos quedaremos a comer y ya decidiremos si nos quedamos también a dormir o miramos otras opciones. Estamos realmente a gusto y la oferta que nos hace el dueño es muy tentadora, así que no vamos a buscar más.

Por la tarde jugamos un rato con las dunas, cada uno a su ritmo, hasta el atardecer. Tenemos que ir a Merzouga a repostar, ya que la TTR600 de Isidoro va muy justa de gasolina. El pueblo está a casi 20Km y se nos hace de noche al llegar. Cenamos por allí y volvemos al albergue ya totalmente de noche, sorteando las zonas mas arenosas y orientándonos lo mejor que podemos con la ayuda de los gps. En un momento de confusión aparece de entre las sombras el inevitable indígena en Mobylette que dice que nos quiere ayudar pero insiste en enviarnos en dirección contraria a la que indica el gps... Como no le hacemos caso desiste de engañarnos, nos acompaña hasta el Albergue y nos pide propina al llegar diciendo que nos ha ayudado!

Dia 3: Erg Chebbi-Oasis de Mharch

Segundo día de pistas. Por la mañana jugamos un rato con las dunas del Erg Chebbi y nos vamos a Rissani combinando asfalto, pista y fuera pista. Allí repostamos y nos vamos en dirección Mecissi buscando la pista que desciende hacia el Oasis de Mharch. 

De camino nos metemos en una curiosa montaña fortificada. Nuestra llegada despierta a un vendedor de fósiles que aguardaba la llegada de turistas descansando a la sombra de la muralla.

Volvemos al asfalto y un poco mas adelante sale la pista que llega hasta el Oasis atravesando unos amplísimos valles desérticos flanqueados por cadenas montañosas. Nos vamos turnando la navegación, y en un tramo que voy yo delante me despisto y nos metemos por el lado equivocado de un cordón de dunas. Al fondo, unos kilómetros mas adelante, se ve el cañón donde está enclavado el oasis pero no sabemos si se podrá llegar por este lado de las dunas o nos tocará atravesar el cordón mas adelante. Al final decidimos seguir y no encontramos más problema que algunos bancos arena y pequeñas dunas que superamos sin dificultad para llegar al bonito y tranquilo oasis en el que pasamos la noche.

Dia 4: Mharch-Tagounite

La salida del cañón por el Sur nos deja en una gran explanada que es en realidad un lago seco. Los paisajes son grandiosos y podemos disfrutarlos a unos agradables e invernales 20º. Nos detenemos a hacer unas fotos en un pozo situado en un extremo de la explanada.

Unos Km más adelante llegamos a Tafraoute y nos entretenemos un rato en las dunas del albergue Marabout. Aquí fue donde nos quedamos atascados en 2006 por culpa de las inundaciones, cuando subíamos en dirección contraria a la que ahora llevamos. La cabeza se me llena de recuerdos. Tengo ganas de volver a entrar al albergue y tomarme una Coca-Cola helada. Es curioso que me sienta de nuevo en casa en un lugar a miles de Km de la mía, situado en pleno desierto marroquí.

A partir de aquí voy recordando el camino hacia Tagounite. Enormes superficies planas y áridas donde podemos circular sin problemas en paralelo las tres motos, aprovechando las múltiples alternativas que ofrecen las pistas o circulando directamente campo a través. Pasamos dos puertos de montaña casi consecutivos y dos controles militares.

Tras un corto tramo de pista recién asfaltada volvemos al polvo. Llegamos a Tagounite tras atravesar sus palmerales. Mientras comemos (como de costumbre, a eso de las 5 de la tarde) comentamos los planes que tenemos cada uno para el resto del viaje y empieza a quedar claro que vamos a tener que separarnos en breve.

Tras preguntar en un par de sitios, elegimos una especie de haimas a mitad camino entre Tagounite y Mhamid para pasar la noche.

Dias 5, 6 y 7: La vuelta a casa

A partir de aquí nos separamos; yo subo en solitario hacia Melilla y ellos en principio van a tomárselo con mas calma, haciendo alguna pista mas y visitando las gargantas del Todra, el alto Atlas y Xaouen antes de volver a la península por Algeciras. La despedida se hace dura, pues a pesar de que hasta hace solo unos días éramos unos perfectos desconocidos, la convivencia había sido francamente buena (para sorpresa de los tres en realidad) y habíamos acabado formando un buen equipo tanto sobre las motos como una vez nos bajábamos de ellas. 

Justo una semana después volvía de nuevo a casa con un montón de recuerdos dándome vueltas en la cabeza, con la sensación de haber saldado algunas cuentas que tenía pendientes con Marruecos y conmigo mismo, y de haber sacado adelante al fin un viaje a trompicones. Tal vez el más difícil en ocasiones pero también uno de los que mejor sabor de boca me ha dejado al final.